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LESIONES DE LCA EN PACIENTES ADOLESCENTES

16 Jun 2020

LESIONES DE LCA EN PACIENTES ADOLESCENTES

Las lesiones de rodilla llegan a ser muy comunes en pacientes adolescentes que realizan algún tipo de actividad física de competencia.

LESIONES DE LCA EN PACIENTES ADOLESCENTES

Los adolescentes que realizan deportes de contacto (como el fútbol americano o el baloncesto) o los deportes en los que se hacen pivoteos (como el fútbol y el béisbol, en los que son habituales los movimientos rápidos y repentinos, como girar, detenerse y cambiar de dirección) tienen más probabilidades de lesionarse el LCA.

Las lesiones también se producen cuando un adolescente salta y cae sobre los dos pies con las rodillas rectas o bloqueadas en vez de flexionadas, ejerciendo una presión excesiva en la articulación de la rodilla y haciendo que el LCA, una estructura con forma de banda parecida a una cuerda, se desgarre o se rompa.

Las chicas adolescentes se lesionan el LCA con una frecuencia 4 veces superior a la de los chicos, lo que se debe tanto a las hormonas, que distienden el ligamento, como a una tendencia natural a caer con las rodillas rectas.

Las lesiones del LCA pueden ser muy dolorosas, y al adolescente puede resultarle difícil mantener el equilibrio y andar. Según la edad de este y la gravedad de la lesión, la reparación de un LCA lesionado puede requerir cirugía además de 6 a 12 meses de fisioterapia.

Qué hace el LCA
El LCA es uno de los cuatro ligamentos principales de la articulación de la rodilla que conecta la tibia con el fémur. Está en el interior de la articulación.

Sobre todo, el LCA ayuda a que la tibia se mantenga en su lugar, evitando que se mueva demasiado hacia delante y que se separe de la rodilla y del fémur evitando un desgaste prematuro de la articulación. También proporciona estabilidad cuando se hace rotar la tibia.

Signos y síntomas
Los adolescentes que se hacen un esguince parcial o total del LCA pueden presentar o no síntomas, según la gravedad de la lesión.

La mayoría experimentarán cierta inestabilidad al andar, sentirán que se tambalean o no podrán apoyar el peso sobre la rodilla afectada. Es habitual que sientan dolor, que puede ser muy intenso, y que se les inflame la articulación de la rodilla, lo que puede ocurrir a las 24 horas de producirse el esguince.

Muchos adolescentes, especialmente los que ya hayan sufrido un esguince o se hayan lesionado el mismo ligamento antes, comentan haber escuchado algo que suena como un pop, que es el sonido que hace el ligamento al desgarrarse. Otros dicen que notan las rodillas menos tensas o menos firmes que antes.
Diagnóstico
En el consultorio del médico o en urgencias, los médicos llevarán a cabo una exploración física y realizarán pruebas de imagen para determinar si hay una lesión en la rodilla y, en tal caso, su gravedad.

Además del esguince total o parcial del LCA, algunos adolescentes (según la edad o rigidez de los huesos) se lesionan también la parte superior de la tibia.
Las siguientes pruebas pueden ayudar a diagnosticar la lesión del LCA:

•    Prueba de Lachman.
•    Prueba del desplazamiento del pivote.
•    Prueba del cajón anterior.

Para diagnosticar correctamente las lesiones del LCA, los médicos suelen realizar estas pruebas junto con otras exploraciones físicas.

Aunque pueden realizarse radiografías para determinar el alcance de la lesión, con ellas sólo se ve el hueso y, por tanto, sólo permiten confirmar la presencia de fracturas óseas en la rodilla.

Actualmente se considera la resonancia magnética como el estudio de elección para el diagnóstico, con la que se ven los tejidos blandos (como ligamentos y músculos), puede confirmar un esguince parcial o total del LCA, y por ello los médicos la solicitarán para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento
El tratamiento de las lesiones del LCA depende de la edad del adolescente y del tipo de lesión. La edad es importante, porque servirá para determinar si se debe realizar una reconstrucción quirúrgica intraarticular (dentro de la articulación de la rodilla). Se han publicado distintas técnicas quirúrgicas con el objetivo de recuperar la estabilidad sin dañar la fisis: reparaciones primarias, reconstrucción extraarticular, técnicas transfisiarias parciales y reconstrucción transfisiarias con modificaciones específicas para esqueleto inmaduro una reconstrucción quirúrgica extraarticular (fuera de la articulación).

Se necesitan dos estrategias distintas, porque la mayoría de los adolescentes que aún están creciendo no deben someterse a una intervención quirúrgica intraarticular, debido a que podrían dañarse los cartílagos de crecimiento o placas epifisiarias. Las placas epifisiarias son tejidos que crecen en los extremos de los huesos largos, como la tibia y el fémur. Los niños que aún están creciendo tienen las placas epifisiarias "abiertas", mientras que los que ya han alcanzado la madurez esquelética las tienen "cerradas".

Cuando un adolescente deja de crecer, las placas epifisiarias se endurecen (osifican) como el resto del hueso. Las chicas tienden a dejar de crecer antes que los chicos; sus placas epifiarias normalmente se cierran alrededor de los 14 a 15 años, mientras que las de los chicos se cierran más tarde, hacia los 16 o 17.

A un adolescente que haya alcanzado la madurez esquelética, probablemente se le practicará una reconstrucción intraarticular. Este procedimiento consiste en perforar un pequeño túnel a través del fémur para llegar al interior de la articulación de la rodilla. Ésta es la única manera de llegar al centro de la rodilla, detrás de la rótula. Justo por debajo de la rodilla, se hace un segundo túnel en la tibia.

Tras la operación, el adolescente tendrá que usar muletas para andar, reducir la actividad física y llevar una férula que cubra toda la pierna durante 4 a 6 semanas, según la gravedad de la lesión.

Fisioterapia y recuperación
La recuperación de la reconstrucción del ACL es un proceso largo que puede durar desde 6 meses a un año. Es necesario hacer fisioterapia para ayudar a que la rodilla se cure y para:

restablecer toda su amplitud de movimiento
recuperar la fuerza de los músculos de la rodilla, el muslo y la pantorrilla (y evitar que se atrofie el tejido muscular)
reducir el dolor y la inflamación
mejorar el equilibrio

La mayoría de los adolescentes hacen la rehabilitación en un centro tres días por semana, y diariamente practican ejercicios en casa. Los programas de rehabilitación acelerada requieren más fisioterapia, y la recuperación se acelera hasta 4 a 6 meses.